De cuando en cuando el Registro Civil chileno saca una lista de los nombres más insólitos que se haya enlistado en cualquiera de las comunidades. Desde las múltiples variaciones de Santiago hasta Crissanyelith y otros 5 mil nombres únicos en todo el país.
De acuerdo a las normas del Registro Civil, no puedes ponerle nombres ridículos o que sometan a bullying al niño o niña que inscribas. Y el oficial que hace el registro te avisa porque es su labor.
Los nombres más raros del 2020.
Creemos que el coronavirus fue el responsable de nombres tan únicos como Daicadjooly, Frethekenlove o Dekiñri, que en unos años estarán en las aulas presumiendo sus nombres.
El año pasado no se reporta más que un pequeño llamado Chile.
¿Y en el resto del nuevo milenio?
Si ves las listas de años anteriores, verás que los nombres únicos son fruto de variadas circunstancias como la migración, formas de embarazo e incluso reconocimiento de las personas que criarán a estos pequeños.
En la lista compartida en 2019, tenemos a infantes como Abdef, Cadmiel, Cataléya-christina-laura (sí, con todo y los guiones), Io (como la luna y el pronombre en Italiano), Lordwentzky, Marclorvens, Excekiell.
Debemos rescatar lo que dice la psicóloga Francisca Rodríguez al respecto de los nombres únicos: «Tienen que ver con qué nos identifica y qué nos diferencia de los otros. Nombre y apellidos nos instalan en un árbol genealógico como parte de una familia y de una herencia cultural. Cada nombre tiene una historia, no son puestos al azar. Son fundamentales en la construcción de la identidad de una persona, que se construye a través de nuestra relación con los otros».
Aunque a veces, puede resultar una carga para las personas y para esto se puede utilizar los recursos de la Ley 17344, que permiten cambiarse el nombre a uno que sea más tradicional para evitar frustraciones y hacer trámites burocráticos más fáciles.
Los maestros la van a tener complicada en este año escolar.
Y es que las pequeñas nacidas y registradas en 2015 tienen nombres tan complicados de leer como:
Thrinitty Vaioleth Yuliette
Hyucey Vaiolett Shninederline
Ahmy Meybelinn Germayoni
Baithiare Raychely Ansherli
Covadonga Meybol Rheychell
Vaiholet Meñkutoki Wichenaida
Woodnaika Anntuanett Kandelarhia
Analhya Chabely Coralayn
Belkis Kirioshka Dulselena
Bichoudna Cendenleyn Cattaleya
Bareerha Llangkamill Zhammura
Yermania Olasunkanmi Zurisadai
Y los niños no se quedan atrás:
Rimberth Aisengard Wuanderley
Yohordan Jetsadaporn Koraparenga
Amuylewfu Yorchua Gocimark
Gardybrown Kurrurbleb Legolas
Isnaider Ashelé Wennuo
Franchescoli Asheley Abdolasis
Dhayron Ezayth
Mamoun Wuilliams
Mewendjy Estibens
Heyddrian Concorde
Donmiberlens Sesshomaru
Jharrizon Athanyer.
Y tú, ¿aplicarías la ley 17344 para cambiarte el nombre si tuvieras alguno de estos? Contáctanos para una asesoría